El tercer golpe en Pickleball ¿Que es y cómo jugarlo profesional?

El tercer golpe en Pickleball ¿Que es y cómo jugarlo profesional?

¿Sabes que el tercer golpe es primordial para ganar tus partidos de Pickleball? Te explicamos cómo mejorarlo y aprenderlo. 

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El tercer golpe, el secreto profesional que transformará tu juego

¿Has oído hablar del tercer golpe en pickleball? Si estás buscando llevar tu nivel de juego al siguiente escalón, comprender y dominar esta jugada es fundamental. Este artículo te guía paso a paso, como lo haría un entrenador profesional, a entender su esencia, los diferentes tipos y cuándo utilizar cada uno.

También te daremos sinónimos y términos relacionados (como third shot drop, golpe de transición, juego de toque, etc.), ejemplos prácticos, errores comunes a evitar, consejos de entrenamiento y adaptaciones según tu estilo de juego.

Antes de seguir leyendo, te recomiendo echar un vistazo al sitio oficial de USA Pickleball donde puedes consultar las reglas actualizadas que rigen este deporte.

¿Qué es el tercer golpe en pickleball y por qué es tan importante?

El tercer golpe en pickleball, conocido en inglés como third shot drop, es un golpe de transición fundamental en la estrategia de este deporte. Desde principiantes hasta jugadores profesionales, dominar este golpe marca la diferencia entre simplemente mantener la pelota en juego y controlar la red para tomar la iniciativa del punto.

El tercer golpe es el disparo que realiza el equipo que sirve tras devolver el saque y la devolución del oponente. Este momento es clave porque marca el inicio de la transición desde el fondo de la pista hacia la red, el territorio más estratégico en este deporte. La manera en que ejecutas el tercer golpe determina si tendrás el control del punto o quedarás a merced del rival.

Existen dos principales objetivos del tercer golpe:

  • Ganar tiempo para que tú y tu compañero avancéis hacia la zona de no volea.
  • Quitarle presión al rival, dificultando una devolución agresiva.

El tercer golpe en pickleball es, sencillamente, el tercer impacto en la secuencia de un punto: primero sacas tú, luego tu oponente resta (devuelve el saque) y el tercer golpe es el siguiente tiro que realiza el equipo sacador.

Habitualmente, este tercer golpe se ejecuta como una dejada suave que haga caer la pelota en la zona de no volea (conocida coloquialmente como “la cocina”). En otras palabras, suele tratarse de un tiro suave con arco que sube y aterriza suavemente en la cocina del adversario.

El objetivo es que ese aterrizaje suave obligue al oponente a devolver la pelota de forma pasiva en vez de permitirle realizar un golpe de ataque. Si ejecutas bien este golpe (lo suficientemente corto y bajo), evitarás que el rival pueda “destrozar la pelota” con una volea agresiva y así ganarás tiempo para preparar la siguiente jugada.

En términos sencillos, un third shot drop es un golpe diseñado principalmente con una idea en mente: permitir que tu equipo avance hacia la red de forma segura. A diferencia de los dos primeros golpes (saque y resto), que suelen ser más planos y buscaban profundidad, el tercer golpe ideal se caracteriza por un juego de toque: es decir, un golpe de precisión más que de potencia, pensado para bajar el ritmo del punto y convertir un peloteo rápido en uno lento y estratégico. No obstante, como veremos más adelante, el tercer golpe no siempre tiene que ser una dejada suave; también existen opciones de golpe agresivo (drive) o incluso un globo, dependiendo de la situación.

¿Por qué es tan importante el tercer golpe?

El tercer golpe es crucial en la estrategia de pickleball porque determina quién tomará la iniciativa en el punto tras los intercambios iniciales. Debido a la regla del doble bote (la bola debe botar una vez en cada lado antes de poder volear), el equipo sacador empieza cada punto en desventaja posicional: ambos jugadores del equipo que saca están en el fondo de la pista tras el saque, mientras que al menos un jugador del equipo restador ya puede estar cerca de la red tras devolver.

Tras el resto, es habitual que el equipo que ha restado avance con sus dos jugadores a la red, dejando a sus oponentes atrás. Dos jugadores en la red contra dos al fondo supone claramente una ventaja para el equipo que está en la red, ya que desde allí pueden hacer voleas y poner presión. Aquí es donde el tercer golpe desempeña su papel vital: es la herramienta que tiene el equipo sacador para neutralizar esa ventaja inicial. 

Un buen tercer golpe (generalmente una dejada a la cocina) hará que la pelota bote en el campo rival de forma suave y baja, obligando al equipo contrario a golpear hacia arriba. Esto te comprará tiempo para avanzar desde el fondo hasta la red junto a tu compañero, igualando las condiciones de ambos equipos en cuanto a posiciones. En otras palabras, el tercer golpe es el puente entre el juego de fondo y el juego de red. Si logras ejecutar un tercer golpe efectivo, podrás tomar el control de la red, que en pickleball es sinónimo de tomar el control del punto.

 

Tipos de tercer golpe en pickleball: cuándo y cómo ejecutarlos

El tercer golpe en suspensión o “drop shot”

Este es el golpe estrella. Consiste en un golpe suave que deja caer la pelota justo sobre la zona de no volea del adversario. El objetivo es neutralizar su posición ofensiva en la red y permitir que tu equipo suba a esa misma zona.

Para ejecutarlo correctamente, céntrate en:

  • Mantener una postura equilibrada y baja.
  • Golpear la pelota en su punto más bajo tras el bote.
  • Usar la muñeca para darle efecto y control.

El tercer golpe de drive o golpe plano

Más agresivo y útil en niveles intermedios o ante rivales que no se posicionan bien en la red. El drive es directo y potente, buscando que el rival cometa un error o devolver una bola más débil que se pueda atacar.

Se recomienda cuando:

  • Tu oponente ha dejado un hueco evidente.
  • La devolución no ha sido profunda.
  • Te sientes confiado con tu velocidad y reacción para subir a la red justo después.

Errores comunes al realizar el tercer golpe

A continuación, una tabla con los fallos más frecuentes y cómo evitarlos:

Error Causa habitual Solución práctica
Pelota muy alta Golpe acelerado o mal controlado Practica el "toque suave" con bolas más lentas
Drive sin dirección Mala preparación del cuerpo Apunta a los pies del rival o su zona débil
No subir tras el golpe Dudas o mala lectura del juego Coordina el avance con tu compañero antes del punto

Ejercicios y prácticas para dominar el tercer golpe

La repetición consciente es tu mejor aliada. Aquí tienes tres ejercicios que los profesionales incluyen en su rutina:

  1. Drop continuo en pareja: uno lanza bolas desde el fondo, el otro trabaja drop tras drop, apuntando a un cono en la zona de no volea.
  2. Juego condicional: partidos de entrenamiento donde solo se permite avanzar si el tercer golpe aterriza en la "zona objetivo".
  3. Secuencia controlada: devolución, tercer golpe y subida coordinada. Ideal para desarrollar automatismos.

¿Y en dobles? Estrategia y comunicación en el tercer golpe

En dobles, el tercer golpe es aún más estratégico. No se trata solo de ejecutarlo bien, sino de coordinar el avance hacia la red con tu pareja. Los mejores equipos practican señales previas al servicio y distribuyen roles claros:

  • Jugador A: se enfoca en el golpe preciso.
  • Jugador B: vigila el rebote rival y cubre si hay ataque rápido.

Además, aprender a leer el cuerpo y la posición del rival te permitirá anticipar si tu tercer golpe será efectivo o si necesitas optar por una jugada defensiva.

¿Cómo saber si estás mejorando tu tercer golpe?

Estas son señales claras de que tu tercer golpe está funcionando:

  • Tu oponente ya no te ataca directamente tras el tercer golpe.
  • Consigues llegar a la red en más del 60% de los puntos tras sacarlo.
  • Tu golpeo es más consistente y no cometes errores no forzados.

Grábate en vídeo y analiza: ¿la pelota cae en la zona correcta? ¿Tu postura es estable? ¿Avanzas o te quedas estancado tras el golpe?

¿Qué dicen los profesionales sobre el tercer golpe?

Muchos jugadores top como Ben Johns destacan que el tercer golpe es lo que separa a los jugadores recreativos de los competitivos. No es tanto un golpe espectacular como un acto táctico de transición y control. Practicarlo te da estabilidad, confianza y dominio del ritmo de juego.

¿Ya estás listo para convertir tu tercer golpe en una obra maestra?

Como hemos visto, el tercer golpe no es solo una jugada más: es el corazón del juego estratégico del pickleball. Dominarlo marcará una diferencia abismal en tus resultados. Comienza poco a poco, elige bien tus ejercicios y enfócate en la calidad antes que en la cantidad. ¡Pronto verás cómo tus rivales empiezan a respetar cada uno de tus servicios!

Si quieres seguir aprendiendo, te recomendamos leer nuestro artículo sobre estrategias defensivas en pickleball y también conocer la importancia de la zona de no volea en el juego.

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El tercer golpe en Pickleball: qué es y cómo jugarlo como un profesional

El tercer golpe en pickleball, conocido en inglés como third shot drop, es un golpe de transición fundamental en la estrategia de este deporte. Desde principiantes hasta jugadores profesionales, dominar este golpe marca la diferencia entre simplemente mantener la pelota en juego y controlar la red para tomar la iniciativa del punto. En este artículo técnico pero didáctico, te explicaremos qué es exactamente el tercer golpe, por qué es tan importante, y cómo jugarlo como un profesional. También te daremos sinónimos y términos relacionados (como third shot drop, golpe de transición, juego de toque, etc.), ejemplos prácticos, errores comunes a evitar, consejos de entrenamiento y adaptaciones según tu estilo de juego.

Imagen sugerida: Un diagrama o fotografía que muestre la trayectoria elevada de la pelota en un tercer golpe, desde la línea de fondo hasta caer suavemente en la “cocina” (zona de no volea) del lado contrario.

¿Qué es el tercer golpe en Pickleball?

El tercer golpe en pickleball es, sencillamente, el tercer impacto en la secuencia de un punto: primero sacas tú, luego tu oponente resta (devuelve el saque) y el tercer golpe es el siguiente tiro que realiza el equipo sacador

. Habitualmente, este tercer golpe se ejecuta como una dejada suave que haga caer la pelota en la zona de no volea (conocida coloquialmente como “la cocina”). En otras palabras, suele tratarse de un tiro suave con arco que sube y aterriza suavemente en la cocina del adversario

. El objetivo es que ese aterrizaje suave obligue al oponente a devolver la pelota de forma pasiva en vez de permitirle realizar un golpe de ataque

. Si ejecutas bien este golpe (lo suficientemente corto y bajo), evitarás que el rival pueda “destrozar la pelota” con una volea agresiva y así ganarás tiempo para preparar la siguiente jugada.

 

https://pickleballkitchen.com/how-to-master-the-third-shot-drop-in-pickleball-and-why-its-so-important/

Figura 1: Secuencia típica de inicio en pickleball (dobles). 1) Saque cruzado (serve). 2) Devolución cruzada (return). 3) Tercer golpe en forma de dejada (third shot drop) buscando la cocina.

 

En términos sencillos, un third shot drop es un golpe diseñado principalmente con una idea en mente: permitir que tu equipo avance hacia la red de forma segura. A diferencia de los dos primeros golpes (saque y resto), que suelen ser más planos y buscaban profundidad, el tercer golpe ideal se caracteriza por un juego de toque: es decir, un golpe de precisión más que de potencia, pensado para bajar el ritmo del punto y convertir un peloteo rápido en uno lento y estratégico. No obstante, como veremos más adelante, el tercer golpe no siempre tiene que ser una dejada suave; también existen opciones de golpe agresivo (drive) o incluso un globo, dependiendo de la situación.

¿Por qué es tan importante el tercer golpe?

El tercer golpe es crucial en la estrategia de pickleball porque determina quién tomará la iniciativa en el punto tras los intercambios iniciales. Debido a la regla del doble bote (la bola debe botar una vez en cada lado antes de poder volear), el equipo sacador empieza cada punto en desventaja posicional: ambos jugadores del equipo que saca están en el fondo de la pista tras el saque, mientras que al menos un jugador del equipo restador ya puede estar cerca de la red tras devolver

. Tras el resto, es habitual que el equipo que ha restado avance con sus dos jugadores a la red, dejando a sus oponentes atrás. Dos jugadores en la red contra dos al fondo supone claramente una ventaja para el equipo que está en la red

, ya que desde allí pueden hacer voleas y poner presión. Aquí es donde el tercer golpe desempeña su papel vital: es la herramienta que tiene el equipo sacador para neutralizar esa ventaja inicial

.

 

Un buen tercer golpe (generalmente una dejada a la cocina) hará que la pelota bote en el campo rival de forma suave y baja, obligando al equipo contrario a golpear hacia arriba. Esto te comprará tiempo para avanzar desde el fondo hasta la red junto a tu compañero

, igualando las condiciones de ambos equipos en cuanto a posiciones. En otras palabras, el tercer golpe es el puente entre el juego de fondo y el juego de red. Si logras ejecutar un tercer golpe efectivo, podrás tomar el control de la red, que en pickleball es sinónimo de tomar el control del punto.

 

Sugerencia de vídeo: Puedes acompañar esta sección con un breve vídeo ilustrativo de un partido profesional, mostrando cómo el equipo sacador realiza un tercer golpe exitoso (una dejada a la cocina) y aprovecha para subir a la red. Observa cómo ese golpe cambia la dinámica del punto, pasando de defensa a ataque.

Además, el tercer golpe se considera a menudo “el gran ecualizador” del pickleball. Es el golpe que “separa a los principiantes de los jugadores avanzados”, ya que dominarlo requiere técnica y buen juicio estratégico. Un jugador principiante quizás intente simplemente golpear fuerte (drive) todos los terceros golpes, pero a niveles más altos eso deja de ser efectivo: los rivales bloquearán o contrarrestarán fácilmente un drive telegrafiado. En cambio, los jugadores avanzados utilizan el third shot drop para forzar un peloteo lento de dinks (golpes cortos) en la red, donde la paciencia y la precisión deciden el punto. En resumen, quien domina el tercer golpe suele tener la iniciativa en el punto y, a la larga, en el partido.

Tipos de tercer golpe: drop, drive o globo

Aunque por defecto cuando hablamos del tercer golpe casi siempre nos referimos a la dejada suave a la cocina (drop), en la práctica existen tres tipos principales de tercer golpe que un jugador de pickleball puede elegir según la situación:

  • Tercer golpe drop (dejada): Es el clásico third shot drop. Consiste en un golpe suave y con arco que cae en la cocina o muy cerca de la red del lado contrario. Su característica principal es que reduce la velocidad del juego, dando tiempo a los sacadores a acercarse a la red. La dejada de tercer golpe bien ejecutada apenas rebota y suele obligar al rival a golpear hacia arriba o a hacer una simple defensa

    . Ventajas: dificulta los golpes de ataque del oponente y prepara el terreno para iniciar un juego de toque (peloteos lentos de control) cerca de la red. Cuándo utilizarlo: es la opción preferida cuando recibes una devolución profunda y baja, o cuando ambos rivales ya están posicionados en la red esperando tu tiro. Es ideal en situaciones en las que necesitas ganar tiempo para subir o cuando la bola que te llega está baja, dificultando un golpe agresivo.

     

  • Tercer golpe drive (golpe de fondo agresivo): Consiste en golpear la pelota de forma firme y rápida desde el fondo, más parecido a un golpe de tenis o a un drive potente. En lugar de elevar la bola con un arco pronunciado, aquí buscas un tiro más plano y rápido, pasando la bola por debajo de la altura de los hombros de los rivales o apuntando a un hueco. Ventajas: un drive bien colocado puede sorprender a los oponentes, especialmente si la devolución de saque fue corta o alta. Además, un tiro agresivo puede provocar un error o una devolución floja que tu equipo pueda aprovechar (esta táctica agresiva de tercer golpe seguida de volea se conoce coloquialmente como “shake and bake” en inglés). Cuándo utilizarlo: es recomendable cuando la pelota que recibes viene alta o cómoda tras el bote, permitiéndote un golpe fuerte

    . Por ejemplo, si el restador hizo una devolución corta o lenta, un drive a sus pies o a un espacio abierto puede generar un punto ganador o dejar a tus rivales en aprietos. También es útil si ves que uno de los oponentes se quedó atrasado y no llegó a la red: un tiro fuerte puede mantenerlo al fondo y evitar que avance. Sin embargo, hay que tener cuidado de no abusar del drive en tercer golpe, pues a altos niveles un rival bien posicionado en la red podrá volear tu drive con facilidad si no sale lo suficientemente potente o colocado.

     

  • Tercer golpe de globo: Menos común pero a veces efectivo, es lanzar un globo alto en tu tercer golpe, intentando pasar la pelota por encima de los rivales que están en la red. Ventajas: un globo bien ejecutado puede tomar por sorpresa a la pareja contraria, forzándolos a retroceder apresuradamente y sacándolos de su posición ofensiva en la red. Es especialmente útil si ves a los oponentes muy pegados a la red y sospechas que un globo los pillará desequilibrados o con el sol de cara (en exteriores). Cuándo utilizarlo: se puede emplear de manera ocasional, como elemento sorpresa, o si la devolución de saque fue muy corta y tienes ángulo para levantar la bola con precisión. También puede ser un recurso defensivo si recibes una bola incómoda y prefieres mandar un globo alto en lugar de arriesgar un drop mal ejecutado. Sin embargo, ten en cuenta que un globo corto o mal calibrado puede ser fácilmente rematado (smash) por el rival, así que úsalo con precaución.

Para resumir las diferencias clave entre estas opciones de tercer golpe, observa la siguiente tabla:

Tipo de tercer golpe Características Ventajas Cuándo usar
Dejada (Third Shot Drop) Golpe suave, con arco, buscando la cocina. Neutraliza el juego rival, permite subir a la red y empezar juego lento de toque. Cuando la bola viene baja o rivales ya en la red; necesitas tiempo para avanzar.
Drive (golpe agresivo) Golpe fuerte y plano desde el fondo. Presiona a los oponentes, puede forzar errores o devoluciones débiles. Cuando la bola viene alta o cómoda; si la devolución fue corta; si un rival quedó atrás.
Globo alto Pelota elevada por encima de los rivales. Sorprende a rivales en la red, los obliga a retroceder, recupera posición. De forma ocasional o defensiva; si rivales muy adelantados o devolución muy corta que permita un globo largo.

Nota: Un jugador completo de pickleball sabrá utilizar las tres opciones según la situación. Aunque la dejada es la más común y estratégica en dobles, los mejores profesionales combinan drop, drive y globo inteligentemente para no ser predecibles. En niveles iniciales es aconsejable enfocar primero en dominar la dejada, y conforme ganes habilidad, incorporar el drive y el globo en tu repertorio estratégico.

Técnica para realizar un tercer golpe drop efectivo

Ahora que entendemos el qué y el cuándo, pasemos al cómo. Ejecutar un tercer golpe de manera consistente requiere aplicar una técnica depurada y algo distinta a la de un golpe de fondo normal. A continuación, desglosamos los aspectos técnicos más importantes para lograr un third shot drop preciso y eficaz, casi “como un profesional”:

  • Posicionamiento y preparación: Tras realizar el saque, no corras hacia la red inmediatamente. Un error común es dar uno o dos pasos hacia delante después de sacar por inercia; esto te puede dejar mal colocado cuando te llegue la devolución. En lugar de eso, quédate detrás de la línea de fondo esperando el resto

    . Una vez que tu oponente golpea la devolución y ves la trayectoria, da los pasos necesarios adelantando tu posición para golpear el tercer tiro con el cuerpo en movimiento hacia adelante. Esto te permite transferir el peso al golpe y seguir tu tiro hacia la red. Colócate de manera que la pelota bote delante de ti, ni demasiado cerca de los pies (te impedirá el swing) ni muy lejos (te obligará a estirarte). Flexiona ligeramente las rodillas y baja el centro de gravedad, preparándote como si fueras a “pasar por debajo” de la pelota en el momento del contacto.

     

  • Empuñadura suelta y controlada: Agarra la pala con una presión ligera, evitando tensionarte. Un agarre relajado permite un mejor touch (toque suave) en el golpe. Si aprietas la pala con fuerza, transferirás esa tensión a la pelota y probablemente saldrá más rápida de lo deseado. Muchos entrenadores aconsejan aflojar el agarre justo antes del impacto para amortiguar el golpe. Imagina que tienes un pájaro en la mano: suficiente firmeza para que no se escape, pero no tan fuerte como para hacerle daño. Esa es la sensibilidad que buscas con la pala.

  • Swing compacto y “de abajo hacia arriba”: A diferencia de un drive, donde uno realiza un swing amplio hacia adelante, en el tercer golpe drop debes limitar la amplitud del swing. Idealmente, el movimiento va desde abajo hacia arriba, casi como un golpe liftado. Comienza con la pala baja, por debajo de la altura de la pelota, y realiza un movimiento de levantamiento (lift) suave. Piensa más en empujar la pelota hacia arriba que en golpear hacia adelante. Usa las piernas y el cuerpo para impulsar el balón en un arco: extiende las piernas al golpear, transfiriendo tu peso de la pierna de atrás a la de adelante. Mantén el brazo relativamente quieto desde el hombro hasta el codo, usando más el antebrazo y la muñeca con suavidad para darle dirección. Un mantra útil en inglés son las “tres L”: Loose grip, Less swing, Lift (agarre Ligero, menor Largo de swing, Levantar). En español podríamos traducirlo como “Ligero, Limitado y Levantado”: agarre ligero, swing limitado y golpe levantando la bola.

  • Punto de contacto y altura de la bola: Intenta golpear la pelota en su fase de ascenso tras el bote o en el punto más alto del bote. Si la dejas caer demasiado, perderás ángulo para pasar la red y tendrás que forzar más el golpe hacia arriba. Golpearla muy pronto, por el contrario, puede hacer que la envíes demasiado alta. Lo ideal es que el punto de contacto esté unos centímetros por encima del suelo, con la pala bien abierta (cara de la pala apuntando al cielo) para asegurar altura. Apunta a pasar la red con un margen de seguridad de al menos medio metro a un metro por encima. Un truco: visualiza un “punto de arco” o apex en la trayectoria de tu pelota. En lugar de apuntar directamente a la cocina, apunta a un punto en el aire por encima de la red donde quieres que la pelota alcance su máxima altura antes de descender

    . Esta visualización te ayuda a dar el arco suficiente. Un drop óptimo suele describir una curva alta que cae casi vertical al otro lado de la red.

     

https://pickleballkitchen.com/how-to-master-the-third-shot-drop-in-pickleball-and-why-its-so-important/

Figura 2: Trayectoria ideal de un tercer golpe tipo drop. La pelota se golpea desde el fondo con un movimiento ascendente, describiendo un arco (apex alto) y aterrizando suavemente cerca de la “Kitchen Line” o línea de la cocina.

 

  • Dirección y colocación: Si es posible, apunta tu tercer golpe de forma cruzada (diagonal) en la pista. Los golpes cruzados tienen más distancia de vuelo y, por tanto, más margen para que la pelota caiga dentro de la pista. Por ejemplo, si estás en el lado derecho de tu campo, podrías intentar que tu drop vaya hacia el lado derecho del campo rival (cruzando la red en diagonal). Eso te permite hacer un arco un poco más largo y reducir el riesgo de quedarte corto o de pasarte de largo. Además, golpear cruzado suele alejar la pelota del rival que esté en la red (que típicamente estaría situado frente a tu compañero). De todas formas, varía la dirección de tus drops: a veces al medio de la cocina, otras veces angulado. La variedad impedirá que tus oponentes anticipen el golpe.

  • Efectos (spin) opcionales: En principio, para dominar el tercer golpe no es necesario añadir efectos complicados; un golpe plano o ligeramente liftado (con topspin suave) suele ser suficiente. Sin embargo, jugadores avanzados experimentan con slice (corte) o ligero topspin en sus drops. Un slice puede hacer que la pelota se frene aún más al botar, pero es más difícil de controlar su altura. Un toque de topspin hace que la pelota viaje con más rotación hacia adelante, lo que puede ayudar a que baje rápido tras pasar la red, pero también implica un golpeo más preciso. Si estás empezando, enfócate en lograr un golpe consistente sin efecto, priorizando el control de la altura y la profundidad. Ya habrá tiempo para añadirle “picante” con efectos cuando tengas la base consolidada.

  • Seguimiento (follow-through) y finalización: Completa el movimiento acompañando la pelota con la pala incluso después del impacto. Aunque el swing sea corto, no lo detengas en seco al contactar la bola; deja que la pala suba siguiendo la trayectoria. Muchos jugadores apuntan con la pala hacia la zona a donde mandaron la pelota tras golpear, como final natural del movimiento. Este follow-through ayuda a controlar la dirección y asegura que no golpearas demasiado brusco. Tras el golpe, mantén tu equilibrio y empieza a avanzar hacia la red si el golpe fue bueno (veremos más en “después del golpe”).

  • Después de golpear: Observa la reacción de la pelota. Si tu tercer golpe fue efectivo (bajo y en la cocina), inicia inmediatamente tu avance hacia la red junto con tu compañero, con la pala arriba y listo para la siguiente bola. En cambio, si tu tercer golpe quedó alto o corto (malo), prepárate para un posible remate del rival o para tener que hacer un bloqueo defensivo. En cualquier caso, no te quedes parado: o bien subes o te preparas para defender, pero nunca en tierra de nadie sin decidir.

Esta técnica requiere práctica para integrarla de forma natural. Al principio, puede parecer que le quitas fuerza de más a la bola o que la elevas demasiado. La clave está en encontrar el equilibrio entre suavidad y altura: suficiente suavidad para que caiga muerta en la cocina, pero la altura justa para que no te la devuelvan con un smash. Con dedicación, empezarás a sentir el llamado juego de toque, donde colocas la pelota exactamente donde quieres con delicadeza.

Ejemplos prácticos: ¿cuándo y cómo usar el tercer golpe?

Veamos ahora situaciones concretas de partido y cómo decidir el mejor tercer golpe en cada caso. Estos ejemplos prácticos te ayudarán a aplicar la teoría en el juego real, diferenciando cuándo conviene una dejada, un tiro agresivo o incluso otras alternativas:

  • Situación 1: Devolución profunda y rivales adelantados. Estás jugando dobles y sacas; tu oponente restador te devuelve una bola profunda, alta y que bota cerca de tu línea de fondo. Ves que tras el resto, ambos oponentes avanzan a la red y ya te esperan allí. ¿Qué hacer? Esta es la situación clásica para un tercer golpe drop. La pelota viene con suficiente altura tras el bote para que puedas levantarla con comodidad. Optas por una dejada suave y alta hacia la cocina del lado rival. Imagina que dibujas una parábola por encima de la red: tu objetivo es que la pelota caiga justo a sus pies, dentro de la zona de no volea. Ejecutas el golpe siguiendo la técnica descrita (agarre suave, swing controlado de abajo a arriba) y consigues que la bola pase apenas medio metro por encima de la red y descienda en la cocina. Los oponentes, al ver la pelota caer corta, tienen que golpearla tras el bote, sin opción de ataque. Esto te da tiempo a ti y a tu compañero a correr hacia la red. Ahora ambos equipos están en igualdad de condiciones en la red, y el punto continuará probablemente con peloteos cortos (dinks). Gracias a tu tercer golpe bien hecho, pasaste de una posición defensiva a una situación neutral o incluso ofensiva.

  • Situación 2: Devolución corta o floja, rival rezagado. Sacas y tu rival hace una devolución deficiente: la pelota queda corta, cerca de la mitad de tu campo, y relativamente alta. Además, observas que el rival que restó se ha quedado retrasado y no logró subir a la red aún (quizás porque su resto fue muy corto). ¿Qué hacer? Esta es una oportunidad ideal para atacar con un tercer golpe drive. En lugar de dar tiempo con una dejada, aquí quieres aprovechar el hueco o la descolocación rival. Tomas la pelota un poco más arriba de lo normal, y ejecutas un golpe fuerte y dirigido – por ejemplo, una derecha plana – apuntando a los pies del rival más cercano que esté tratando de avanzar o al espacio vacío entre ambos contrincantes. Tu objetivo es que la bola viaje rápido, dificulte la defensa y o bien gane el punto directamente, o provoque una devolución débil (una bola alta) que tú o tu compañero podáis rematar. Este ejemplo muestra que el tercer golpe no siempre tiene que ser suave; si las circunstancias te favorecen (bola cómoda y rival mal posicionado), un tercer golpe agresivo puede rendir frutos inmediatos. Después de ejecutar el drive, prepárate: si tu tiro fue bueno, tal vez puedas seguir avanzando y terminar el punto en la red; si los rivales logran devolverla, mantente alerta para volear la siguiente.

  • Situación 3: Ambos rivales se quedaron al fondo. Ocurre a veces en niveles intermedios o con jugadores menos agresivos: sacas la pelota, el restador devuelve, pero ni él ni su compañero avanzan a la red rápidamente; quizás por indecisión o porque suelen jugar más desde el fondo. Ahora tú recibes la pelota en tu tercer golpe y ves a los dos oponentes aún por detrás de la línea de saque en su campo. ¿Tiene sentido una dejada? En este caso, hacer un drop podría ser contraproducente. Si dejas la pelota corta en la cocina cuando tus rivales están lejos, les estás regalando tiempo para que corran hacia delante sin presión. Lo mejor aquí es mantenerlos al fondo: podrías elegir entre un drive fuerte dirigido a una esquina profunda de su campo, o incluso un globo alto y profundo que los mantenga lo más atrás posible. La lógica es: “si el rival no está en la red, no le invites tú a subir con un golpe corto”. Por ejemplo, puedes golpear un drive controlado que bote cerca de su línea de fondo o pies. Esto forzará al equipo contrario a golpear desde lejos, manteniéndolos en posición defensiva. Recuerda la regla: quien controla la red, controla el punto; en esta situación, eres tú quien puede avanzar tras un tiro profundo mientras ellos retroceden, logrando invertir los papeles habituales.

  • Situación 4: Punto de partido, nervios y viento. Imagina que estás en un momento crucial (por ejemplo, 10-10 en un desempate) y te toca sacar. El viento está soplando variablemente. Tras el saque, recibes la devolución para tu tercer golpe. Aquí entra en juego no solo la técnica sino la toma de decisiones bajo presión. Si confías en tu tercer golpe drop porque lo has practicado mucho, puede ser tu mejor opción, pero asegúrate de ajustar la fuerza según el viento: con viento a favor (soplando hacia el campo rival), la pelota podría volar más de la cuenta, así que necesitarás un toque aún más suave; con viento en contra, debes darle un poco más de energía para que alcance la cocina. Si los nervios te juegan una mala pasada y no te sientes preciso, a veces es válido optar por un tercer golpe “seguro”: por ejemplo, un globo muy alto que les ponga las cosas difíciles y te permita resetear el punto. No es lo ideal dar la iniciativa, pero es preferible a arriesgar un drop que termine en la red por los nervios. En situaciones tensas, ve a lo que más hayas entrenado; la confianza en el golpe elegido es clave.

Estos ejemplos demuestran que el tercer golpe no es un patrón fijo, sino una decisión táctica que tomas en segundos evaluando múltiples factores: la calidad de la devolución, la posición de tus oponentes, tus propias fortalezas y debilidades, e incluso factores externos como el viento o la superficie de juego. Cuanto más juegues, más natural te resultará elegir la opción correcta. Al principio, piensa conscientemente: “¿Están mis rivales en la red o atrás? ¿La bola viene alta o baja? ¿Me conviene frenar el juego o acelerar ahora mismo?”. Esos pensamientos te guiarán para escoger el tercer golpe adecuado en cada punto.

Errores comunes al ejecutar el tercer golpe

Incluso con una buena comprensión teórica, es fácil cometer errores al intentar el tercer golpe, especialmente bajo presión o sin la práctica suficiente. A continuación, enumeramos los errores más comunes que suelen ocurrir al jugar el tercer golpe en pickleball, para que puedas identificarlos y evitarlos en tu propio juego:

  1. Quedarse a medio camino tras el saque: Como mencionamos en la técnica, un fallo típico es dar uno o dos pasos hacia adelante después de sacar y quedar en una posición incómoda (ni en la línea de fondo ni lo bastante adelante) cuando te llega la devolución. Esto provoca que muchas veces te sorprenda la pelota encima o tengas que golpear echándote hacia atrás, resultando en globos altos fáciles para el rival. Evítalo quedándote detrás de la línea de fondo hasta que la pelota supere la red de vuelta. Siempre puedes avanzar después, pero retroceder a contrapié para un tercer golpe es muy difícil.

  2. Golpear demasiado fuerte o plano (pop-ups): Al ejecutar el drop, otro error habitual es no atenuar suficiente la fuerza o no acompañar bien el golpe hacia arriba. El resultado es un tiro que sale demasiado tenso o rápido, y demasiado alto al pasar la red, lo que en argot llamamos un pop-up (globo fácil). Si tu tercer golpe sale alto y flotante, los oponentes en la red estarán encantados de machacar la pelota de volea alta. Para evitar esto, concéntrate en suavizar el contacto (agarre relajado) y en dar más arco. A veces, por miedo a que la pelota se quede corta, acabamos sobrecompensando y mandándola “en bandeja” al rival. Recuerda: es preferible errar por demasiado alto (y dar batalla en el siguiente golpe) que por la red, pero en ningún caso quieres regalar una pelota atacable. La práctica te irá dando el toque justo.

  3. Quedarse corto (dejarla en la red): El polo opuesto del anterior error. Esto le ocurre mucho a los principiantes cuando empiezan a practicar la dejada: hacen un swing tan corto o tímido que la pelota ni siquiera logra pasar la red. A todos nos ha pasado ver la pelota rebotar de vuelta en nuestro campo por no darle suficiente impulso. Para corregirlo, asegúrate de acompañar la pelota hacia adelante y arriba al menos un poquito, y de apuntar a ese apex imaginario por encima de la red. Flexiona bien las rodillas y empuja con las piernas para darle elevación. Un truco mental: en lugar de visualizar la pelota cayendo justo detrás de la red (lo que puede llevarte a apuntar demasiado corto), visualízala botando a un metro dentro de la cocina. Así te aseguras de pasar la red y aún así la dejas dentro del área deseada.

  4. No bajar lo suficiente el cuerpo: Un error técnico frecuente es golpear el tercer golpe erguido, sin flexionar. Si no doblas tus rodillas y te agachas para golpear desde abajo de la pelota, es muy difícil generar el arco adecuado. Terminarás haciendo un golpe más de palanca de brazo (como un drive flojo) en vez de levantar la bola. La consecuencia suele ser, otra vez, una pelota demasiado tensa o que se queda corta. Recuerda que el tercer golpe drop se inicia con las piernas: baja tu centro de gravedad, inclina un poco el torso hacia adelante y mete la pala debajo de la bola. Imagina casi que quieres “cuchararla” hacia el cielo. Esa postura baja es clave; si te sorprendes a ti mismo pegándole de pie, detente y ajusta tu posición.

  5. Telegraphing (telegrafiar tus intenciones): Esto se refiere a ser predecible con el tercer golpe. Si cada vez que sirves siempre haces un drop, tus rivales eventualmente lo sabrán de antemano. O si siempre lo lanzas al mismo lugar (por ejemplo, siempre la dejas cruzada a la derecha), los oponentes pueden anticiparse y moverse antes. Ser predecible es un error estratégico. Intenta variar cuando las condiciones lo permitan: de vez en cuando saca un drive sorpresa si esperaban un drop, o cambia la dirección del drop. También enmascara un poco tu golpe: usa la misma preparación tanto si vas a hacer drop como drive. Algunos jugadores avanzados hacen un pequeño amago de swing fuerte para luego soltar la muñeca y ejecutar una dejada suave en el último instante. Esto desconcierta a los rivales. No obstante, este tipo de engaños requiere mucha práctica; lo importante es no convertirte en un robot predecible.

  6. No subir tras un buen tercer golpe: Has hecho todo lo difícil bien – tu tercer golpe fue impecable, la pelota cayó mullida en la cocina rival – pero te quedas mirando o dudando en el fondo. Este error de omisión cuesta muchos puntos, porque desaprovechas la ventaja que tú mismo has creado. Un tercer golpe efectivo debe ir seguido casi automáticamente de un par de pasos al frente. Si te quedas atrás, permites a los rivales recuperarse: aunque hayan tenido que pegar desde abajo, si te ven lejos pueden volver a tirar largo y te mantienen en el fondo. Por tanto, ¡no olvides subir! A veces el temor es “¿y si mi drop fue un poco alto y me voleean fuerte?”. La respuesta es que si te quedas atrás tampoco estarás mejor preparado para esa volea rival, y además prolongas tu desventaja. Subiendo al menos llegas a la zona de transición y presionas visualmente al oponente. En cuanto veas que tu drop fue decente, avanza sin dudar (pero con pala en alto preparada).

  7. Elegir el golpe equivocado para la situación: Este error es más sutil y viene con la experiencia. Consiste en que, a pesar de ejecutar bien técnicamente el tiro, tu decisión táctica fue mala. Ejemplos: te empeñas en hacer un drop cuando la devolución vino altísima y pediría un smash (¡no siempre el tercer golpe debe botar! Si te regalan una bola alta, finaliza el punto); o al revés, intentas un drive difícil cuando la pelota venía muy baja y terminas estampándola en la red. También entra aquí usar un globo cuando no era necesario o cuando sopla viento en tu contra, etc. La toma de decisiones es parte integral del tercer golpe. Para no errar en esto, analiza rápidamente: altura de la bola, profundidad del resto y posición de rivales, tal como discutimos en la sección de ejemplos. Si te equivocas, aprende de ello: “Mmm, esa bola no debí haberla dejado, estaba tan baja que fue directo a la red” o “Ese drive fue mala idea con ellos en la red listos”. Con el tiempo refinarás tu juicio para que técnica y táctica trabajen juntas.

  8. Perder la calma o la confianza: Por último, un error más mental que técnico: desesperarse si el tercer golpe no sale. Muchos jugadores intentan unas cuantas dejadas, y si fallan dos o tres seguidas, se frustran y abandonan el plan, volviendo a pegar fuerte todo. Dominar el tercer golpe lleva tiempo; incluso los profesionales cometen errores con este golpe bajo presión. Lo importante es no perder la compostura. Si en un partido fallas varios drops, en lugar de cabrearte, intenta ajustar: “¿Estoy apretando demasiado la pala? ¿Quizá necesito más altura?” y sigue intentándolo con cabeza. La paciencia es parte del juego de toque. No caigas en el error de renunciar al third shot drop por algunos fallos iniciales, porque entonces estarás renunciando a la estrategia que a la larga te hará mejor jugador.

Consejos y ejercicios para entrenar el tercer golpe

La práctica hace al maestro, y esto es especialmente cierto para el tercer golpe en pickleball. A continuación, te ofrecemos consejos y ejercicios específicos para entrenar este golpe y ganar consistencia:

  • Calienta practicando terceros golpes: Una forma excelente de incorporar el tercer golpe en tu repertorio es usarlo como parte del calentamiento previo a tus partidos o entrenamientos. Antes de jugar, toma un puñado de pelotas y practícalo: colócate en la línea de fondo y pide a un compañero que se sitúe en el lado contrario, cerca de su línea de no-volea. Que te vaya lanzando pelotas (puede ser con la mano o golpes suaves) y tú ve realizando tu drop apuntando a la cocina. Esto no solo te servirá de calentamiento físico, sino que te dará sensación de la pista y de la red ese día

    . Cada pista tiene condiciones ligeramente distintas (suelo, fondo visual, etc.), así que recalibrar tu drop al comienzo te dará confianza para cuando toque hacerlo en pleno partido.

     

  • Ejercicio 1 – El carrusel de drops: Este es un drill clásico para dos personas. Consiste en que un jugador (A) practique terceros golpes repetidamente mientras el otro jugador (B) le facilita la bola y evalúa el resultado. Cómo hacerlo: A se sitúa en la línea de fondo de un lado de la pista. B se coloca en el lado contrario, pero no en el fondo, sino justo detrás de la cocina de A (es decir, B está cerca de la red, en el lado opuesto de A). B inicia el ejercicio golpeando o tirando una pelota a A (simulando la devolución de saque). A ejecuta un tercer golpe drop intentando que la pelota caiga en la cocina frente a B. B observa dónde bota la pelota y le dice a A el resultado: “bien” si cayó en la cocina y baja, “un poco alta”, “muy profunda” o “se quedó en la red”, etc. Luego B recoge o toma otra pelota y repite el envío. A así podrá repetir su golpe decenas de veces corrigiendo según la retroalimentación inmediata de B

    . Después de cierta cantidad, cambian roles. Este ejercicio mejora enormemente la consistencia y te da confianza en tu toque. Es importante que B sea honesto y específico en el feedback: por ejemplo “esa fue un poco alta, me permitió atacarla” o “esa entró perfecta”. Si no tienes un compañero fijo para esto, puedes incluso acordar con alguien en la pista para hacerlo 5 minutos antes de empezar un partido.

     

  • Ejercicio 2 – Simulación de punto real: Una vez que te sientes cómodo en el drill estático, es útil practicar el tercer golpe en condiciones más reales. Necesitarás 3-4 personas. Coloca a dos jugadores del lado receptor (X e Y) y a dos del lado sacador (A y B). Jueguen puntos comenzando siempre con saque, resto y tercer golpe, pero de forma controlada: concéntrense en realizar bien esos tres primeros golpes. Por ejemplo, A saca a X, X devuelve a A o B, y A/B ejecutan el tercer golpe (intenta que siempre sea A quien lo practique primero, luego alternas). Después del tercer golpe, pueden frenar el punto y volver a empezar con otro saque, o seguir jugando el punto completo para practicar la transición a la red. Este ejercicio con cuatro jugadores permite que el sacador practique su drop en movimiento, con un resto que puede venir a diversas alturas y direcciones, similar a un partido real. A su vez, los receptores practican cómo responder a un tercer golpe (ya sea adelantándose para volear si quedó alto, o teniendo paciencia si fue bueno). Es una situación de win-win para entrenar todos.

  • Ejercicio 3 – La cuerda del arco: Este es un drill interesante sugerido por algunos entrenadores avanzados. Necesitas 4 personas y una cuerda o red elástica. Dos jugadores sostienen una cuerda a unos 1,80 metros de altura aproximadamente, extendida paralela a la red y situada sobre la mitad de la cancha del lado del sacador. Los otros dos jugadores hacen de sacador y restador. La idea es que la cuerda actúe como objetivo de altura: el sacador deberá golpear su tercer golpe por encima de la cuerda (lo que garantiza un arco suficientemente alto), intentando que luego caiga en la cocina. La cuerda a esa altura representa el punto de apex ideal que la pelota debe sobrepasar antes de caer

    . Al principio, puede parecer difícil, pero entrena tu ojo para dar más altura de la que crees necesaria. Este ejercicio requiere coordinación (y la ayuda de los amigos para sujetar la cuerda), pero es efectivo para quien esté realmente comprometido a perfeccionar la trayectoria de sus drops. Si no tienes ayuda para la cuerda, puedes imaginar un “punto alto” fijo (por ejemplo, el borde superior de una valla o un cartel al fondo) y tratar de pasar la pelota por ese nivel de altura.

     

  • Práctica en solitario: ¿Qué pasa si no cuentas con compañeros disponibles? Entrenar el tercer golpe solo es más complicado, pero no imposible. Algunas ideas: busca una pared contra la que puedas golpear. Párate a unos 4-5 metros y lanza la pelota contra la pared de tal forma que bote en el suelo y luego rebote hacia ti (simulando una devolución). Practica tu drop enviando la pelota de regreso contra la pared intentando que caiga cerca del suelo. Es difícil porque la pared no es una red, pero te ayuda a controlar la fuerza. Otra opción: invierte en un lanzador de bolas (ball machine) si juegas muy a menudo; hoy día hay máquinas para pickleball que pueden programarse para tirarte bolas una tras otra al fondo, ideales para repetir terceros golpes. Y por supuesto, ver vídeos didácticos y hacer visualización también cuenta: observa a jugadores profesionales ejecutando este golpe, fíjate en sus gestos, imagínate a ti mismo haciéndolo. La visualización mental complementa la práctica física.

  • Constancia y paciencia: Incluye la práctica del tercer golpe en tu rutina regular. Dedícale unos minutos cada vez que juegues. Lleva un conteo personal: “hoy logré 7 de 10 drops buenos desde el lado de la derecha, intentaré mañana superar ese número”. La mejora viene con la repetición consciente. Y ten paciencia: puede que tardes semanas o meses en sentirte realmente confiado, pero cada pequeña mejora cuenta. Un día notarás que ya no piensas tanto en la técnica al hacerlo, simplemente te sale – ese es el punto al que queremos llegar.

  • Combina con dinks y voleas: El tercer golpe no vive aislado; usualmente, si tiene éxito, el punto pasará a un peloteo de dinks en la red. Por ello, también es importante practicar los golpes de toque en la red, las voleas suaves y bloqueos, porque serán la continuación natural de un buen tercer golpe. Muchos drills integran: tercero golpe + unos cuantos dinks cruzados. Esto te prepara para la transición completa: del fondo a la red manteniendo el control del punto.

En resumen, practica, practica y practica. No hay atajo mágico: incluso los jugadores profesionales de pickleball dedican horas a refinar el tercer golpe. La buena noticia es que, una vez que “le agarras el tranquillo” a este golpe, tu confianza se dispara y tu juego global mejora drásticamente. Cada vez que salgas a la pista, haz del tercer golpe una prioridad en tus entrenamientos, y verás cómo ese esfuerzo se traduce en resultados durante los partidos.

Adaptando el tercer golpe a tu estilo de juego

No todos los jugadores son iguales, y el tercer golpe puede adaptarse al estilo y habilidades propias de cada jugador. A continuación, analizamos cómo distintos perfiles de jugador pueden abordar este golpe crucial y sacarle el máximo provecho:

  • Jugadores agresivos o “pegadores”: Si tu estilo natural proviene quizá del tenis u otro deporte de raqueta donde predomina la pegada fuerte, es posible que te sientas más cómodo con tiros agresivos. Los jugadores agresivos tienden a preferir el tercer golpe drive en cuanto ven una oportunidad. Si eres de este grupo, está bien aprovechar tu potencia: un drive bien hecho en el tercer golpe puede imponer respeto. Sin embargo, debes tener cuidado de no volverte predecible ni imprudente. Continúa entrenando y usando la dejada cuando corresponda, porque frente a oponentes sólidos un tercer golpe siempre agresivo puede convertirse en tu punto débil (te harán el bloqueo y te contraatacarán fácilmente). La clave para un jugador agresivo es la mezcla: puede que en un partido utilices 6 drives y 4 drops, por ejemplo, según lo que funcione contra esos rivales. Un subtipo interesante de jugador agresivo en dobles es el que ejecuta la táctica mencionada como “shake and bake”: uno hace un drive potente como tercer golpe y su compañero ya está listo en la mitad de la pista para cazar la volea alta que pueda venir. Esta jugada arriesgada puede rendir frutos sorprendentes, pero solo funciona si el drive es lo suficientemente bueno para forzar una devolución débil. Practica la coordinación con tu compañero si quieres intentar esto en competición. En resumen, si eres agresivo, sigue explotando tu golpe fuerte en el tercer tiro cuando veas bola franca, pero desarrolla también un drop decente para las veces en que la situación no te permita atacar sin riesgo.

  • Jugadores defensivos o de toque: En el otro extremo, hay jugadores que se sienten más cómodos en intercambios lentos, con buena mano para los golpes suaves. Si este es tu caso, seguramente el third shot drop será tu opción predilecta la mayoría de las veces. Jugadores de toque pueden incluso hacer drops desde casi cualquier bola que les tiren: aunque venga algo alta, prefieren asegurar un drop antes que arriesgar un drive que pudiera fallar. La ventaja de este estilo es la consistencia: es menos probable que regales puntos por errores no forzados, ya que rara vez pegarás fuerte para mandarla fuera. Sin embargo, el riesgo es caer en pasividad o previsibilidad. Un jugador defensivo debe recordar que, si bien el drop es su zona de confort, debe estar dispuesto a castigar cuando se presenta la ocasión ideal. Por ejemplo, si te llega una devolución muy floja, incluso si tu instinto es hacer otra dejadita, quizás convenga que te animes a un tiro más agresivo para no desaprovechar la oportunidad de ganar el punto. También, vari­a la profundidad de tus drops y ocasionalmente lanza un globo sorpresa para mantener a los rivales honestos. En síntesis: si tu fuerte es la sutileza, úsala – serás el maestro de neutralizar ataques con tu tercer golpe –, pero no temas salir de tu zona y atacar cuando veas a los oponentes en apuros.

  • Jugadores de perfil físico vs técnico: Algunos jugadores destacan por su físico – son rápidos, llegan a todas las pelotas, tienen buena potencia en piernas y brazos –, mientras que otros sobresalen más por técnica y estrategia que por atributos físicos. El tercer golpe se puede adaptar en cada caso. Si eres muy rápido y atlético, quizá puedas permitirte recuperar incluso drops fallidos; podrías intentar drops más arriesgados porque confías en tu velocidad para reaccionar si salen mal. También podrás correr bolas difíciles para convertirlas en drops in extremis. Eso sí, no confíes solo en tu físico: siempre es mejor golpear bien posicionado que llegar apurado. En cambio, si tu físico es limitado (por ejemplo, jugadores veteranos o con menor movilidad), el tercer golpe bien ejecutado es tu gran aliado para no entrar en intercambios físicos desgastantes. Un buen drop te evitará tener que correr de lado a lado persiguiendo pasadas, porque controlarás el punto a ritmo lento. Los jugadores menos rápidos deben priorizar colocar excelentes drops para dictar un juego pausado, mientras que los rápidos pueden permitirse a veces drives sabiendo que podrán cubrir la respuesta.

  • Diferencias en individuales vs dobles: Hasta ahora, gran parte de la discusión se ha enfocado en dobles (la modalidad más común). Pero, ¿qué pasa en individuales? El tercer golpe en individuales también es importante, aunque la dinámica cambia un poco: en singles, tras tu saque, solo hay un oponente, quien normalmente devuelve y se adelanta algo. Aquí, un third shot drop sigue siendo útil para que tú puedas subir a la red, ya que en singles el que domina la red suele ganar el punto dado que puede cubrir ángulos y presionar al rival fácilmente. No obstante, en individuales se ve con más frecuencia que el tercer golpe sea un tiro de aproximación agresivo en vez de una simple dejada. Por ejemplo, muchos jugadores de singles sacan, y si reciben una devolución que no los arrincona, ejecutan un drive profundo a una esquina como tercer golpe y avanzan detrás de él a la red (similar a un “approach shot” en tenis). Si ese drive es bueno, el rival quizá tenga que devolver de manera forzada y te dejará volear la siguiente. En singles también se ven third shot drops, especialmente si el resto te saca de la cancha y no tienes un buen ángulo para contraatacar fuerte – en tal caso, un drop te permite centrarte y acercarte. En resumen, en individuales debes calibrar: si puedes atacar y subir, hazlo; si te toca defender, usa el drop para reconstruir el punto. La toma de decisión aquí es aún más personal, pues no cuentas con compañero que cubra otra zona.

  • Adaptación según el rival: Ajusta tu tercer golpe también según a quién tienes enfrente. Si enfrentas a un par de rivales muy ávidos de volear todo (los típicos “bangers” que adoran los pelotazos), a veces jugar drops recurrentes los frustra y los saca de su elemento; te conviene prolongar el peloteo suave porque ellos quieren guerra de tiros. En cambio, si enfrentas a rivales muy pacientes y habilidosos en dinks, quizá no te convenga alargar demasiado ese juego porque ahí no les ganarás fácil; en tal caso, cuando tengas una oportunidad de drive, úsala para romper el rally lento. La estrategia de tercer golpe también se ajusta a las debilidades del contrario: por ejemplo, si detectas que uno de los dos es malo devolviendo bajos (tal vez falla al bolear bolas a los pies), enfoca tus drops hacia él para forzar ese error. O si ves que uno tiene problema con globos (tal vez es más bajo de estatura o no tiene buen smash), un globo de tercer golpe ocasional sobre su posición podría darte puntos gratis. Presta atención a qué funciona y qué no conforme avanza el partido.

En conclusión, no existe un solo “estilo correcto” de tercer golpe. Lo importante es integrarlo en tu propio estilo de juego de manera inteligente. Si eres agresivo, úsalo para prepararte el ataque; si eres defensivo, úsalo para anular al rival; si eres un estratega, úsalo para dictar el juego; si dependes del físico, úsalo para darte respiros cuando lo necesites. El tercer golpe es una herramienta versátil y su máximo potencial se alcanza cuando lo moldeas a tu medida como jugador. Observa a diferentes jugadores avanzados: verás que algunos casi parecen hacer una mini-volea desde el fondo (muy poca fuerza, mucho toque), otros hacen un swing más pronunciado con top-spin, otros esperan hasta última hora para decidir. Son variaciones sobre el mismo tema. Encuentra lo que te funciona a ti manteniendo la efectividad.

Conclusión: Domina el tercer golpe y lleva tu juego al siguiente nivel

En el pickleball moderno, dominar el tercer golpe se ha vuelto prácticamente obligatorio para cualquiera que aspire a competir a buen nivel. Hemos visto qué es el tercer golpe en pickleball y por qué es tan importante: es el golpe de transición que te permite pasar de la fase defensiva tras el saque a la fase ofensiva en la red, nivelando la balanza con tus oponentes

. También hemos desglosado los tipos de tercer golpe (desde la clásica dejada third shot drop hasta drives y globos), la técnica detallada para ejecutar un drop perfecto, ejemplos de cómo aplicarlo en situaciones reales, errores comunes que debes evitar y formas de entrenarlo hasta la saciedad. Recuerda incorporar las palabras clave de este concepto en tu mente: control de la red, juego de toque, estrategia de transición. Todo ello gira en torno al tercer golpe.

 

Para cerrar, unos últimos consejos finales: ten paciencia contigo mismo en el proceso de aprendizaje. Al principio puede parecer “imposible” colocar esa pelota suavemente en la cocina, pero con dedicación se vuelve una segunda naturaleza. Observa a los profesionales – en vídeos de torneos, por ejemplo – fíjate cómo casi todos utilizan el tercer golpe drop en dobles desde el inicio del punto. Verás que incluso los pros no siempre lo hacen perfecto, pero su consistencia es fruto de horas de práctica. Inspírate en su juego: quizás notes cómo Simone Jardim o Ben Johns (jugadores élite) seleccionan cuándo dropear y cuándo golpear fuerte; cómo se mueven tras hacerlo; cómo mantienen la calma. Cada partido de ellos es una lección táctica.

Finalmente, ¡pon todo esto en práctica en la pista! La próxima vez que juegues, concéntrate especialmente en tus terceros golpes. Lleva contigo uno o dos puntos clave de este artículo para trabajar: por ejemplo, “hoy voy a enfocarme en flexionar más las piernas y no apurarme al subir” o “intentaré variar entre cruzado y al medio mis drops”. Evalúa cómo te va y vuelve a repasar estos consejos para pulir detalles. Verás que, a medida que mejores tu tercer golpe, tu confianza general en la pista crecerá, tus partidos se volverán más competitivos y disfrutarás más del juego táctico del pickleball.

En resumen, dominar el tercer golpe en pickleball es un viaje que vale la pena emprender. Te convertirá en un jugador más completo, estratégico y difícil de vencer. ¡Ahora, pala en mano, a practicar ese third shot drop hasta jugarlo como todo un profesional!

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